agosto 29, 2009

ITALO SVEVO, CORTO VIAJE SENTIMENTAL

se trata de un relato sobre el viaje del anciano aghios en tren de milan a trieste
-¿pero qué quieres ver? ¿no ves todo?
la niña rompió a llorar:
_ no veo el tren.
borlini estalló en una carcajada y los padres también rieron, un poco embarazados por la ignorancia de la niñita. sólo aghios se conmovió. sólo él sentía y conocía el dolor de no poder verse a sí mismo viajando.
el placer del viaje hubiera sido muy distinto si se hubiera podido ver al gran tren con su locomotora penetrar a través de la campaña, como una serpiente veloz y silenciosa. ver el campo, el tren y a sí mismos al mismo tiempo. ese hubiera sido el verdadero viaje.
pág. 49
en la vida se puede ser todo lo bestia que se quiera, pero no se es poeta si no se sabe cantar la propia bestialidad.
pág. 58
su pensamiento era tan libre, precisamente, porque todo acto estaba muy lejos de él. verdaderamente libre, el pensamiento no puede existir salvo cuando se mueve entre fantasmas.
pág. 65
sinceridad de la carne. un torbellino de ideas surgió de esas palabras. la sinceridad de la carne era la sinceridad de las bestias, pero en ellas esa sinceridad no duraba más que un instante y no representaba un compromiso. bacis había manchado esa sinceridad, porque en ese mismo instante había decidido simular. su sinceridad había servido para traicionar mejor.
pág. 92
el otro agradeció a media voz y volvió a cubrirse los ojos con la mano, como para defenderlos de la luz. el señor aghios se sintió profundamente amargado. él no podía dar lo que se le pedía, es verdad, pero también era doloroso que su viaje terminara (la noche significaba reposo y no contaba en el viaje) con un acto de egoísmo, como en las fábulas. él era el rico, el otro el pobre, él la bestia, el otro (dado que era pobre), el inteligente, el que veía el mundo bajo su verdadera luz, donde había que defender bienes muy distintos que el vil metal.
pág. 101

No hay comentarios: