junio 25, 2009

SUEÑOS EN AYUNAS

estuve pensando seriamente en tu propuesta. cuál propuesta. la del suicidio. nunca te hice una propuesta así. llamála como quieras, qué era entonces, una predicción, eh, horangel. no, tampoco. arreglemos sugerencia y quedamos hechos. no, ni sugerí ni predije ni propuse, en todo caso el psicólogo. de todos modos no importa, el hecho es que lo estuve pensando. te lo dije justamente para que no lo hicieras. te salió al revés, te das cuenta, ni en las buenas intenciones se puede confiar. no podés suicidarte. te da miedo. sí, que va a pasar con nosotros. nada, nunca pasa nada, vamos a seguir como siempre. nada, nunca, siempre, qué miedo. no es para tanto. sí, vas a estar muerto. igual soy un fantasma, nadie notaría la diferencia. yo sí, no quiero vivir con un muerto. ni que fuera tan grave, pensálo un momento, no produciría gastos y me quedaría quieto en un rincón, si estorbo me movés y listo, un mueble casi, pero ojo, nada de usarme para sofá o mesa ratona o esas cosas raras que a veces pensás. qué cosas raras, los muertos no saben. eso lo decís porque todavía no te moriste, ya vas a ver. qué, querés competir a ver quién se mata primero. no, vos no podés, vos te tenés que quedar a inventarme, entendés, mi vida. de todas maneras te la invento. el asunto es que me pienso suicidar la semana próxima. porqué. porque me pagan el sueldo, además tengo unos trámites pendientes y quiero divertirme un poco, vos sabés cómo es esto. no sé a qué te referís, igual te advierto que si te divertís después va a ser más difícil matarte, haceme caso, moríte ya, tiene que ser más fácil, porqué tantos rodeos. tenés razón, me ayudás. pero así no es, suicidio es cuando te matás solo, sino es asesinato. suicidio asistido, lo vi en la tele, si el tipo no puede matarse solo, alguien lo ayuda, por ejemplo que le salga mal el nudo de la soga y no lo asfixie lo suficiente o que la bala no le reviente ningún órgano vital, ahí entra el buen samaritano para rematarlo, si lo pensás, es un acto solidario. no pienso ser verdugo de nadie. no entendiste, serías algo así como un colaborador, hasta te puedo pagar, podemos hacerlo parecer un accidente, qué sé yo, pasabas y me viste colgado de un árbol, quisiste bajarme pero con tanta mala suerte que te resbalaste y, para no romperte la nariz, te agarraste de mis piernas y ¡paf! chau cogote, entendés, es fácil, la otra es que me disfrace de ladrón y te asalte, vos me matás en defensa propia, si no te defendés te mato y asunto resuelto, total es casi lo mismo, vos, yo. no, te dije que no. vos no te preocupés, ya sé que tenés miedo a la policía y la cárcel, todo eso, quedáte tranquilo, yo me encargo de dejar cartas y de andar hecho un trapo de piso de aquí para allá así nadie sospecha, cuando uno se suicida es mejor que piensen que uno tenía buenos motivos, eso tranquiliza al resto. cuáles son los tuyos. saber, es como esos capítulos de las series donde un espíritu visita al protagonista y le muestra cómo hubiera sido el mundo si él no hubiera existido. ah, entiendo, mirá, no te quiero cortar las piernas pero quedáte tranquilo que así como lo ves, así es el mundo y vos la verdad no existís. qué bonito, qué amigo más bueno resultaste, esto es como si me hubieras apuñalado. ahí tenés, ya hice mi parte, ahora dejate de boludeces, decime, hablaste con tu viejo. sí, estaba dormido. esperáme que anote. pará, pará, qué vas a hacer. es que me estoy quedando sin material, justo ahora que habíamos avanzado tanto, pero no te quedés ahí, seguí, dale. digo que yo estaba dormido cuando hablamos, no me acuerdo sobre qué, pero algo hablamos, él también estaba dormido, creo que en realidad él me estaba soñando a mí, porque yo siempre me acuerdo de mis sueños, hasta cuando estoy despierto. y ahora no te acordás ni un poquito. es que estoy medio dormido, vos sabés, en duermevela. claro, ni una cosa ni la otra. exacto, el ni que va de la cosa a la otra, querés que te cuente qué soñé. esperá, ya desayunaste. no, todavía no, por qué. no sé, no se cuentan los sueños en ayunas. por qué. no sé, me lo dijeron y ahora creo que es cierto, cuando me dicen cosas así, al pasar, tiendo a creerlas como si hubiesen sido mis supersticiones de toda la vida, en cambio si me advierten algo con aspamentos a los dos segundos se me olvida, no sé porqué, es como cuando te contagian el hit del momento, algunos lo hacen a propósito. qué. cantar una canción horrible para que se te pegue, así ellos pueden librarse de esa monstruosidad. no hagás caso, yo creo en todo, en cada cosa mirá, creo en fantasmas, calculo que por eso te lo dijeron, que si contás en ayunas no podés salir del sueño, entendés, te quedás hecho un eso. no, esperá, no comencés a contarme nada, a ver si pasa algo, se nos cae el techo o el piso se hunde o las dos cosas o algo peor, encontramos trabajo o gana el PRO, mejor tomá, comé este chicle. un chicle, eso me vas a convidar. qué querés, no hay más, o mejor esperamos quince días, cobramos, vamos a una confitería, pedimos un capuchino y un tostado de jamón y queso y vos no sé. un chocolate caliente con una porción de torta, selva negra si es que hay. eh, qué angurriento, pero vos pagás lo tuyo. hecho. bien, entonces recién me contás tu sueño. qué mala onda tenés hoy, además se me van a pegar las tripas, lo leí en una cadena de mails, yo tampoco creía hasta que vi fotos, te lo envié para que aprendas algo, se lo envié a diez amigos en los siguientes diez minutos. no creí que tuvieras tantos amigos. bueno, en internet es fácil, todos somos amigos. y qué decía la cadena. decía que a menos que quieras tener las tripas pegadas igual que lupita jones reenviaras el mail a diez amigos, de paso ibas a tener buena suerte. ah, menos mal. sí, había un testimonio de una sudafricana que al principio tampoco creía, como vos, hasta que reenvió la cadena, pasaron diez minutos, sonó el teléfono y una voz le anunció que pasara a cobrar 150 000. 150 000 qué. no sé, pesos sudafricanos, dólares, dólares. mirá vos qué bien. sí, eran del seguro, su esposo acababa de morir aplastado por una columna en el estadio de fútbol donde trabajaba de obrero, para el mundial. qué suerte para desgracia, diría pepe biondi, por lo menos le pagaron rápido, mientras el negro seguía caliente. cómo sabés que era negro. no sé, no son negros todos los africanos y flacos y pobres y sidosos. no sé, creo que solo en la parte pobre pobre pobre. y sudáfrica qué parte es. la parte pobre supongo, también hay blancos, rubios y rugbiers. quién lo hubiera creído, esto no pasaba antes. antes cuándo. no sé, antes, cuando no pasaba, ahora es una cosa mirá, hasta los rubios quieren ser negros. calláte un poco hacéme el favor, mirá que la gente después piensa que es uno el que dice esas cagadas. bueno, y qué pasó con la mujer. estaba chocha, qué más querés, por fin el marido hacía algo bien, hay que verle el lado positivo a las cosas. justo vos me lo venís a decir, caradura, y reenviar la cadena te trajo suerte. sí, salí a la calle y me encontré un vale de % 50 de descuento para ir a ver la obra de fernando peña. ya se murió imbécil. ves, qué buena suerte, me ahorré el otro 50. además qué tiene que ver con el chicle. las tripas, hermano, se te pegan. son cuentos de viejas, ahora que si se te pegan las tripas te pueden servir para suicidarte. no, no quiero, es que les ponen algo a los chicles de ahora, esas cosas trans. transexuales, chicles transexuales querés decir. no, pelotudo, trans y cero colesterol, eso. pero eso era antes, ahora los chicles son de lo más saludables, ni azúcar tienen, les dicen chicle más por no faltarle el respeto a la tradición, así que comételo y contáme el sueño. no, sin azúcar no, pasáme por lo menos una cucharada. te puede dar diabetes. no sería tan malo, los enfermos tiene más vida social que yo. uh, tenés razón, pegáte un tiro.

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